¿Cómo trabajamos?

Curriculum Waldorf El curriculum de las escuelas Waldorf es, como los currículos oficiales, un instrumento facilitador de la labor del docente. Planifica una serie de rutas a lo largo del proceso educativo ocupándose del desarrollo de habilidades clave y de la adquisición del conocimiento que se considera necesario para la sociedad contemporánea. Sin embargo, en el currículo de las escuelas Waldorf se busca explicar el desarrollo de cada asignatura desde el punto de vista de la evolución del niño. Es un curriculum concebido como el mapa de un proceso vivo, no como una entidad fija y permanente, no es prescriptivo, sino descriptivo. ¿Qué quiere decir todo esto? La pedagogía Waldorf intenta adaptar el currículo al desarrollo cognitivo individual de cada niño, independientemente de la edad que tenga. La pedagogía Waldorf relaciona las cualidades particulares de los alumnos y las diferentes materias escolares con los procesos de desarrollo; de este modo se planifica la progresión individual del niño y de la asignatura en correlación mutua. La pedagogía Waldorf crea conforme a cada época y contexto los métodos educativos más adecuados para los niños. El niño tiene una relación muy distinta a la del adulto con su medio ambiente. El adulto está influenciado generalmente por ideas, metas prefijadas, representaciones y opiniones. En el niño no es así, puesto que las fuerzas del pensamiento se desarrollan progresivamente. Si el niño tuviera que comprender desde temprana edad todas las explicaciones posibles no le quedarían fuerzas suficientes para construir sanamente su cuerpo físico. Según las investigaciones hechas por Rudolf Steiner, durante los 7 primeros años de vida  el niño termina de desarrollar todos sus órganos internos como son el corazón, el hígado, el estómago, el cerebro.  Con el cambio de dientes llega el momento en el que podemos estimular la memoria del niño. Es por eso que en las escuelas Waldorf los niños aprenden a leer y a escribir a partir de los 6-7 años. Jardín de infancia (3-6 años) No se aconseja antes de los 3 años, puesto que hasta ese momento el contacto con la madre es lo más adecuado para desarrollar en el niño la confianza y seguridad respecto al mundo que lo rodea. A partir de los 3 años  ya no es tan necesaria la presencia continua de la madre. El niño está en condiciones de trabajar en equipo con otros niños. En esta etapa el niño es puro movimiento, por lo que necesita un ambiente donde pueda expresarse y moverse sin represión alguna. Es por eso que el juego libre toma el papel más significativo puesto que representa el contexto desde el que tiene la oportunidad de plasmar sus propias vivencias y necesidades. Recordemos que a esa edad están terminando de madurar sus órganos internos y es importante respetar este proceso para evitar desequilibrios en edades posteriores. Descanso, comida y aseo son hábitos que juegan un papel básico en el ritmo diario del jardín de infancia de las escuelas Waldorf. El papel de la educadora es realizar actividades cotidianas tales como jardinería, elaboración del pan, cuidar la huerta, alimentar a los animalitos… mientras ella realiza la función el niño tiene la oportunidad y nunca la obligación de poder participar. Las actividades cotidianas sirven para estar en contacto con los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. También se realizan en función de los ritmos y ciclos que rigen la naturaleza y las estaciones. Esta conexión también activa los sentidos, lo que resulta fundamental para el desarrollo integral del niño. En el jardín de infancia, los niños de entre 3 y 6 años están juntos. De esta manera los pequeños aprenden de los grandes y los grandes aprenden a ser tolerantes. Todos juntos aprenden a ser sociables. Básicamente durante el jardín de infancia se desarrolla un aprendizaje sensorial a través del juego en un entorno cálido y hogareño, por lo que las aulas están acondicionadas para favorecerlo. Primaria Waldorf (6-12 años) En la etapa primaria, las asignaturas básicas se enseñan en bloque. Esto quiere decir que las primeras horas educativas, la llamada “Clase Principal”, se dedican a una sola asignatura durante cuatro semanas seguidas, permitiendo así la inmersión profunda de los contenidos sin cortes que puedan limitar su aprendizaje. Después del recreo vienen las asignaturas artísticas o las que necesitan repetición constante como música, que tiene un papel casi primordial. Educación física, lengua extranjera, euritmia, pintura, costura… se busca siempre el equilibrio entre las actividades cognitivas, artísticas y técnico-prácticas. La enseñanza se realiza siempre sin libros de texto normalizados, porque serán los alumnos quienes elaboren los textos a través de sus propios cuadernos de clase. Se fomenta el entrenamiento en la búsqueda de información, pero todos los trabajos tienen que presentarse escritos a mano e ilustrados con dibujos. Esto no quiere decir que no se utilicen las nuevas tecnologías, sino que se racionalizan y dosifican en función de cada curso y cuidando no exagerar el uso de las mismas. Además no hay exámenes, sino una evaluación continúa ya que los alumnos/as tienen durante esta etapa siempre al mismo profesor.